Operation 7

Las guerras locales continuaron estallando después de que terminó la guerra fría, y la intromisión política de naciones poderosas fue un factor importante en los conflictos y levantamientos armados en varias naciones inestables. La industria táctica (industria mercenaria) se benefició enormemente de este conflicto y motín.

En 2010, las compañías tácticas se habían convertido en una organización multinacional y habían creado legiones extranjeras con el mismo entrenamiento especializado que las tropas regulares. El número de legiones extranjeras oscilaba entre decenas y miles y tenían la capacidad de movilizarse de inmediato si era necesario.

Los soldados que componían las legiones extranjeras eran todos excombatientes que, gracias a sus arsenales personales de armas, vehículos blindados, helicópteros, aviones de combate y otros vehículos, casi superaban el poder militar de una nación pequeña. Si firmaban un contrato con un gobierno extranjero, enviaban tropas y cumplían los términos del acuerdo.

En ocasiones evitaron el conflicto y, en otras ocasiones, iniciaron guerras para ganar dinero. Además de escoltar a un personaje principal, también entrenaron a las tropas regulares de las naciones pequeñas. Mediante el envío de tropas, lograron obtener el permiso de la administración de la concesión para explotar las minas. Hubo una empresa en Papúa Nueva Guinea a la que se le otorgó una suma de 32.000.000 (treinta y dos millones) de dólares junto con la administración de la concesión para explotar las minas.